Electroválvulas de accionamiento directo Electroválvula de accionamiento directo En este tipo de válvulas, el núcleo móvil, montado con una junta de estanqueidad, es el que abre y cierra directamente sobre el orificio de la electroválvula. Cuando la bobina no está activa, el émbolo se encuentra cerrando el paso de la electroválvula, impidiendo el flujo de fluidos. Cuando damos tensión a la bobina hacemos que el núcleo móvil abra el orificio, permitiendo paso al fluido. Cuando dejamos de excitar a la bobina, el núcleo móvil, por medio del muelle que tiene, vuelve a la posición inicial. Este tipo de válvulas pueden abrir a partir de 0 bar. Las pueden encontrar en rosca de 1/8" a 1/2", de 2 y 3 vías, normalmente cerradas o abiertas, cuerpo en latón o inoxidable y con diferentes tipos de juntas de estanqueidad dependiendo de la temperatura y el fluido con el que trabajamos. Electroválvulas servopilotadas Electroválvula servopilotada El orificio principal del cuerpo de la válvula se abre por el efecto de un desequilibrio entre las superficies superior e inferior de la membrana, cuando la bobina no está activa, hay presión en la cámara superior de la membrana, mientras que en la cámara inferior sólo hay presión en el orificio principal de la válvula, manteniéndola cerrada. Cuando damos tensión a la bobina, ponemos en movimiento el núcleo móvil, abriendo el orificio de pilotaje y haciendo la descarga del fluido de la cámara superior, la diferencia de presión en este momento hace que abra el orificio principal. En este tipo de electroválvulas debe de haber una pequeña diferencia de presión entre la entrada y la salida para que funcione correctamente. Las pueden encontrar en rosca de 3/8" a 2", de 2 y 3 vías, normalmente cerradas o abiertas, cuerpo en latón o inoxidable y con diferentes tipos de juntas de estanqueidad dependiendo de la temperatura y el fluido con el que trabajamos.
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